
Una dieta equilibrada implica más que simplemente satisfacer tus necesidades de nutrición; es un plan personal que equilibra lo que te gusta, lo que no te gusta y tu estilo de vida.
A menudo la gente me pregunta, “¿ponerse a dieta es bueno o malo?” Es una pregunta tan general que con frecuencia no sé cómo responder. En parte porque manipulamos tanto las palabras “dieta” y “estar a dieta” que casi han perdido su sentido.
La verdad es que todos los días todos hacemos una dieta. Cada uno de nosotros tiene sus propios hábitos alimenticios y patrones que constituyen nuestra “dieta” habitual. En ocasiones hacemos cambios a esa dieta (a menudo para reducir calorías) en cuyo caso podríamos decir que estamos “haciendo una dieta” o que “se incluye en mi dieta” (es decir, hasta algunas semanas después… cuando “hemos dejado la dieta”).
¿Qué hace que una dieta sea buena o mala?
Existen ciertamente dietas “buenas” y dietas “malas”. Todos conocemos personas que seleccionan los alimentos con cuidado y que comen bien, al igual que conocemos a otras que parece que no comen nada más que comida rápida y refrescos. Y si necesitas bajar de peso, entonces “ponerse a dieta”, en su sentido más general, probablemente es algo bueno. Pero en realidad depende de cómo enfoques tu pérdida de peso.
Si tu dieta para bajar de peso es de las que puedes cumplir, si está bien equilibrada y provoca una pérdida de peso a una velocidad saludable, en ese caso hacer dieta definitivamente es “bueno”. Pero si la dieta para bajar de peso que estás tratando de hacer no es equilibrada, si es tan estricta que no puedes cumplirla, o si es tan baja en calorías que no tienes energía o bajas de peso demasiado rápido, entonces diría que es “malo”.
La mejor dieta es la que funcione para ti
La “dieta” con más éxito es un plan de nutrición que funcione un día sí y al siguiente también, que le dé al cuerpo los nutrientes que necesita y que incluya alimentos que te guste comer. Se trata de una dieta que funcione con tu estilo de vida, que puedas seguir el resto de tu vida y que sea exclusivamente tuya.
Con tantas “dietas” diferentes que existen, ¿cómo organizas el plan que funcione para ti? La mejor manera de empezar es seguir algunos principios básicos y después refinar tus hábitos alimenticios hasta que encuentres la manera de comer a diario que funcione para tí.
Planear una dieta sana comenzando desde cero
Me gusta pensar que planear una dieta es igual que cuando construyes una casa. Empiezas con los cimientos, continúas con las estructuras de apoyo y después agregas los toques finales para personalizarla y hacerla exclusivamente tuya.
Si estuvieras construyendo una casa comenzando desde cero, tendrías un presupuesto. De manera similar, si estás planeando una dieta, lo primero que necesitas saber es cuántas calorías tienes que incluir. Al igual que las casas son de diferentes tamaños, lo mismo pasa con las personas y con sus necesidades calóricas. Las necesidades calóricas son particulares para cada persona y están determinados, en gran parte, por la composición corporal y por la cantidad de actividad que realizamos. No puedes planear qué vas a comer hasta que tengas una idea de tus necesidades calóricas, para ayudarte a lograr tus metas con la dieta (ya sea para bajar de peso, para aumentar de peso o para mantener el peso).
Ahora bien, al igual que con tu casa, tu dieta necesita una base sólida. Idealmente, lo fundamental de tu dieta estará formado por proteínas magras, carbohidratos sanos (en forma de verduras, frutas y granos integrales) y cantidades modestas de grasas saludables. Tu meta es repartir tus calorías de las proteínas, carbohidratos y grasas de tal manera que satisfagan tus necesidades.
En la mayoría de los casos, alrededor de la mitad de las calorías serán de los carbohidratos. La otra mitad se dividirá, más o menos, entre las proteínas y la grasa. Las proteínas, carbohidratos y grasas que comas, junto con las vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita, brindan la estructura de apoyo a la dieta.
Personaliza tu dieta para tener éxito a largo plazo
Una vez que esté terminada la estructura básica, te pones a decorar y personalizar tu casa. Lo mismo es cierto para tu dieta. Personalizas tu plan de nutrición al seleccionar los alimentos que comerás y que corresponden a lo que te gusta y lo que no te gusta, tu estilo de vida y tu presupuesto, al mismo tiempo que cumples con tus metas de nutrición.
La personalización es realmente la clave del éxito. Concéntrate en escoger los alimentos sanos que te gusten más. Lo que importa en realidad es la calidad general de tu dieta. Y con tantos alimentos saludables que existen, habrá abundantes de donde escoger. No sería “bueno” si no te sintieras a gusto cada vez que llegaras a tu propia casa, si no sintieras que es “tuya”. De manera similar, una dieta únicamente es “buena” cuando es buena para ti, porque te nutre y porque te hace sentir bien. Y una vez que te sientas a gusto y normal con una dieta que puedas llamar “tu dieta propia”, tu peso se cuidará solo.
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